LA TEORÍA POLÍTICA MODERNA 

El pensamiento político del Renacimiento es una continuación de las discusiones nacidas en la época medieval. El núcleo de esta discusión se centraba en el origen del poder, que se plasmó en la lucha de investiduras, el conflicto entre el papado y el emperador o la discusión entre conciliaristas y papistas. En el Renacimiento la discusión pasa del ámbito religioso al secular. El surgimiento de las monarquías nacionales necesita una justificación, la misma que será elaborada por Maquiavelo, Bodin, Althusius, Grocio y Hobbes.

MAQUIAVELO: 
LA INVENCIÓN DE LA CIENCIA POLÍTICA
 
Maquiavelo inicia la teoría política de la época, contribuyendo con sus ideas a fundamentar el poder absoluto del monarca. Parte del hecho de considerar que el ser humano se rige por las pasiones y el Príncipe debe contar con ello para conseguir el poder y mantenerse en él. En su libro “El Príncipe” señala que un gobernante (Príncipe) ha de conciliar los intereses contrapuestos del pueblo, la nobleza y de sí mismo. Para ello debe buscar la alianza con unos y con otros. Debe poseer cualidades como la humanidad, la sagacidad y la fuerza de carácter en igual proporción y usar de una u otra según las circunstancias. A Maquiavelo se lo conoce por la famosa frase “El fin justifica los medios” aunque él nunca dijo eso, sino más bien que a cada fin le corresponde un medio adecuado. Cabe indicar que para Maquiavelo el fin que justifica los medios no es otro que el buen gobierno de la república y la estabilidad del Estado. Y si afirma que el Príncipe debe utilizar la violencia si es necesario, aun cuando deba aparecer lleno de humanidad, es que el pueblo siempre juzga por las apariencias y de nada le serviría a un gobernante ser bueno si sus súbditos lo ven como a un tirano. Y dado que el príncipe debe parecer bueno aunque no lo sea, entonces debe buscar las medidas que favorezcan su imagen y le ayuden a conservar el poder. La gran aportación de Maquiavelo a la filosofía política es el principio de realismo político, según el cual lo político tiene sus propias leyes y deja fuera de su dominio toda consideración de tipo moral. Solo si logramos entender el funcionamiento de la realidad política mediante la observación atenta de sus reglas de juego, estaremos en disposición de lograr una sociedad más justa y mejor gobernada. Esta posición separa al Estado de los criterios éticos, sin embargo Maquiavelo defiende la mejora de la conciencia moral de los ciudadanos.