LOS ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA 

“El pensamiento racional tiene una fecha civil; se conoce su fecha y lugar de nacimiento. Es el siglo VI antes de nuestra era, en las ciudades griegas del Asia Menor, donde surge una nueva forma de reflexión, totalmente positiva, sobre la naturaleza.” 
(J.P. Vernant. Mito y pensamiento en la Grecia antigua, pág. 334.) 

El mito dio paso a la razón. En efecto filosofía y ciencia tienen un origen común dado que ambas constituyen una forma de explicación racional contrapuesta a la explicación mítica. Los primeros filósofos son también los primeros científicos por cuanto para ellos todo cuanto existe obedece a unas leyes accesibles a la razón humana.

LOS ORÍGENES DEL MUNDO CLÁSICO GRIEGO 

Se le denomina “milagro griego” por la extraordinaria cultura que floreció entre los siglos VI y IV a.C., apenas doscientos años. Los primeros pobladores de Grecia fueron los lelegos y los carios, procedentes de Asia Menor, asentados allí sirvieron de intermediarios con los demás pueblos del Mediterráneo. Consiguieron un alto poder económico y cultural, además de estar muy bien organizados en clanes. Sobre los pueblos anteriores fueron imponiéndose los jonios y los aqueos, pueblos guerreros invasores, de origen ario indoeuropeo. Ambos pueblos se apropiaron de la cultura existente y erigieron sus propias ciudades-fortaleza, entre ellas Atenas. Otros pueblos fueron invadiendo el territorio, entre ellos los dorios que destacaron por las técnicas de hierro y las armas. De modo que sin ninguna duda al respecto, podemos decir que el mundo clásico griego es resultado de una mezcla de pueblos y culturas que progresivamente fueron asentándose en este territorio. 

DEL MITO AL LOGOS 

La filosofía fue surgiendo a través de un complejo de transformaciones dentro del cual el pensamiento racional fue derribando los mecanismos de construcción de las representaciones míticas, proceso que transcurre paralelo al de la consolidación de las polis (ciudades) griegas. Para explicar los grandes misterios de la realidad, Homero y Hesíodo recurren a símbolos o imágenes que personifican poderes sobrenaturales.. Para reforzar su eficacia, los mitos iban acompañados de ritos. Homero en sus poemas religiosos, recoge el ambiente agrícola, y ganadero de las poblaciones que, dada la orografía de un país muy quebrado y montañoso, se agrupa en valles formando comunidades dispersas en torno a la ciudad cercana al mar y regida por monarcas con carácter semidivino. Dado además el carácter aristocrático y guerrero de esta sociedad, los dioses ya no pretenden haber creado el mundo, sino conquistarlo y repartírselo. Pronto estas poblaciones de Homero se convierten en centros sociales, económicos y políticos, nacen las polis o ciudades-Estado. Las monarquías son sustituidas por aristocracias o gobiernos de nobles, luego por tiranías (entiéndase dictaduras). Con ellos se produce un gran avance y prosperidad. Hesíodo recoge en sus poemas estos cambios que suponen la transición del mito a la filosofía. La explicación racional plantea problemas referentes a la Naturaleza en sí misma y todo cuanto en ella sucede debe ser explicado de forma sistemática y coherente mediante conceptos que elabora la razón (logos). Los primeros filósofos llamados presocráticos asumen el mismo problema de Hesíodo – el origen del cosmos – pero prescinden de los elementos divinos aún presentes en Hesíodo.