KARL MARX 

Marx nace en Tréveris, hoy parte de Alemania. Su padre era un abogado judío, simpatizante de los ideales de la Revolución Francesa. Se traslada a la universidad de Bonn y luego a la de Berlín. Abandona derecho por historia y filosofía. Colabora en la Gaceta Renana, periódico que abandonará a causa de la censura. Se casa y emigra a París donde entra en contacto con las sociedades secretas socialistas y comunistas. Expulsado de Francia, llega a Bruselas. Con Engels empieza una serie de trabajos polémicos entre ellos el Manifiesto del partido comunista. Expulsado de Bruselas, regresa a París y luego va a Colonia. Finalmente se establecerá en Londres donde vivirá hasta su muerte. Allí se consagra a la investigación y a la actividad política. Fruto de este estudio surgirá su obra principal, El Capital. 

MARX: 
LA ECONOMÍA COMO MOTOR DE LA HISTORIA
 
La izquierda hegeliana pretende una reforma radical del hegelianismo. Redujo la religión a necesidades y exigencias humanas. Consideró que la historia no estaba dirigida por la razón sino por las necesidades humanas. Asume el método dialéctico y transforma el sistema. La derecha hegeliana mantiene el sistema, pero se desentiende de las consecuencias dialécticas del mismo. Para Marx el único punto de partida posible es la realidad material en la que el hombre realiza su actividad. Por lo tanto hay que partir de las condiciones reales de la vida de los hombres, vida que no es mero pensamiento, sino realidad económica. 

MARX Y LA DIALÉCTICA 

Marx ingresa a la Izquierda hegeliana y pronto advierte sus contradicciones internas por lo que promueve nuevos análisis sociológicos e históricos más eficaces. 
1. Humanismo realista. Marx es un hombre dotado de sentido de la historia por lo que vincula la dialéctica al estudio de la práctica social, a la comprensión de las crisis revolucionarias y a la explicación de los giros históricos. Para él, la dialéctica no es sino el movimiento mismo de la realidad económico-social y de la historia humana. En la práctica social, l espiritual y lo material pierden su oposición. Las fuerzas productivas y las obras culturales están entrelazadas con la actividad material de los hombres y constituyen un lenguaje de la vida misma. 
2. La alienación y sus formas. Marx parte del también hegeliano de izquierda L. Feuerbach, quien entiende que el punto de partida de una explicación filosófica de la realidad, es su devenir histórico, no el Espíritu, sino la Naturaleza y la humanidad. Por eso entiende él que son los seres humanos quienes han creado a Dios a su imagen y semejanza. Creado este Dios, el ser humano lo ha objetivado, reconociéndolo como superior y adorándolo. Se ha quedado solo ante él y ha acabado por subordinarse a su propia criatura. A esto llama Feuerbach, alienación. El Ser humano se encuentra alienado en la religión, ya que no se reconoce a sí mismo en ella. Mediante la educación el ser humano debe encontrarse consigo mismo y volver a ocupar el lugar que le corresponde. Para Marx, además de la alienación religiosa que analiza Feuerbach, existen en la vida diaria otras alienaciones de carácter sociopolítico y económico. El Estado es una creación de la sociedad civil y está condicionado por el régimen de propiedad privada imperante en la sociedad burguesa. En esta sociedad, el derecho aliena, impide la realización del ser humano como genérico. En el sistema de producción industrial capitalista, el trabajo humano pierde su sentido. Se convierte en trabajo asalariado que aliena al trabajador, lo esclaviza al reducirlo a una mercancía. El trabajo debería ser el medio para apropiarse de la naturaleza para hacerla más humana y asegurar su supervivencia. 
3. Filosofía de la praxis. Resulta que la alienación vista desde este sentido negativo, es histórica, no natural. Es preciso comprenderla y transformarla analizando la relación del hombre con la realidad. Es necesario el análisis de la sociedad humana a fin de elaborar una nueva teoría para promover la realización plena del ser humano. La praxis es el medio que tiene el hombre para relacionarse con la naturaleza y los otros hombres para conservar y transformar su medio de acuerdo a las necesidades. Praxis es la unión en los procesos históricos de teoría y práctica.

EL SISTEMA: MATERIALISMO HISTÓRICO 

Marx afirma la relación que existe entre la ocultación de los problemas y contradicciones de la sociedad y la alienación que imposibilita a los seres humanos reconocerse y realizarse. La ocultación a la que se refiere Marx recibe el nombre de ideología. La ideología es producida por la sociedad para asegurar su propia autodefensa. La ideología es el sistema de ideas o de representaciones que el ser humano o una clase social tienen sobre sí mismos, del lugar que ocupan en el mundo y en la historia. Tiene sentido positivo y necesario en cuanto identificación con un grupo social. Pero pierde este sentido cuando ofrece una falsa y falsificadora imagen de la realidad, en este caso solo sirve para someterlo a los intereses de una clase social, la clase dominante. 

ANATOMÍA DE LA SOCIEDAD CIVIL 

El uso del término “anatomía” se basa en concebir la sociedad civil como un cuerpo o ser social, así se explica el ser social como un ser humano. Como el ser social se basa en relaciones económicas, es a partir del análisis de estas que podemos descubrir su patología. Desde este punto de vista, piensa que lo que sea un ser humano en un momento de la historia coincide con su modo de producción. El modo de producción determina cómo se lleva a cabo el proceso de producción de los bienes materiales necesarios para su subsistencia, imponiéndose la división social del trabajo. Se establecen así las relaciones de producción. Las relaciones de producción se expresan jurídicamente en las relaciones de propiedad. Esto explica porqué a una distribución desigual del trabajo y del beneficio le sigue la existencia de clases sociales antagónicas. De ahí que la lucha de clases sea fuente permanente de conflictos sociales y motor de la historia. Este análisis da pie a Marx para descubrir la sociedad estructurada en dos estratos o niveles: El sistema de producción o económico, la infraestructura que explica los conflictos sociales y los grandes cambios históricos y sobre ella la superestructura que es el conjunto ideológico encargado de mantener y justificar la situación. La superestructura encuentra su expresión más concreta en el derecho como conjunto de leyes que rigen las relaciones entre los individuos. Las mismas están determinadas por los intereses de la clase dominante. 

INTERPRETACIÓN DE LA HISTORIA 

Desde el análisis de la anatomía de la sociedad civil se pone de manifiesto que la base de la historia son las condiciones en que se desenvuelven la vida de las personas. Aparece así el materialismo histórico como aplicación a la historia del materialismo dialéctico. Para Marx el motor de la historia es la luchas de clases. Cada etapa histórica lleva en sí misma los gérmenes de su destrucción, dando origen a otra etapa que se le opone y de cuya oposición habrá de surgir otra nueva como síntesis de las anteriores. Este proceso dialéctico se encamina a un estado sin enfrentamientos, sin clases, sin propietarios de medios de producción, en la que cada uno producirá según sus posibilidades y consumirá según sus necesidades: la sociedad comunista. Para Marx la humanidad se mantiene en su prehistoria. Cuando se adueñe de su propio destino comenzará la verdadera historia humana. Para Marx el mismo desarrollo del Capitalismo traerá un aumento de la conciencia de clase de los trabajadores, quienes por medio de sus organizaciones conseguirán el poder. Pasando por un período transitorio de dictadura del proletariado se logrará la desaparición de las clases y del Estado como poder político. Finalmente se instaurará una sociedad comunista, de todos para todos, con un nuevo modo de organización social en el que el poder sobre las personas es sustituido por la administración democrática de los bienes. 

El Marxismo no consiguió transformar el mundo ni trajo la felicidad, pero sí hay que apuntar sus logros: Promover la lucha reivindicativa de los obreros, inspirar programas políticos más democráticos, crear mayor bienestar social y proponer a la ciencia una dimensión más humanizadora. El fracaso de las dictaduras comunistas que emergieron a su obra ha empañado su imagen y ha hecho olvidar su aspiración de traer el paraíso a la Tierra, en palabras del poeta HEINE “queremos el cielo aquí en la tierra; el otro cielo se lo dejamos a los ángeles y gorriones”.