JEAN PAUL SARTRE 

Sartre, el principal y más genuino representante del existencialismo nació en París en 1905. Hijo de pequeños burgueses, quedó huérfano de padre. Introvertido y aislado, descubrió el mundo a través de los libros. En la universidad conoció a Simone de Beauvoir, que sería su compañera de por vida. Ejerció como profesor de filosofía en varios liceos. En 1933 se trasladó a Alemania donde entró en contacto con el movimiento fenomenológico. Fundó la revista Los Tiempos Modernos, la más prestigiosa de la época. Abandonó la docencia para dedicarse a escribir y al activismo político. Fiel a su forma de pensar rechazó en 1964 el Premio Nobel de Literatura. Hasta su muerte en 1980, mantuvo la defensa social en defensa de la libertad. 

SIMONE DE BEAUVOIR
 
Nació en París en el seno de una familia bien acomodada del mundo burgués y bien católica. Se volvió una mujer independiente y comprometida con el intelecto. Conoció a Sartre cuando ambos eran profesores en la Sorbona. Forjó sus teorías del género y la pareja por lo que ha sido considerada una de las grandes filósofas feministas. Aborda la alienación femenina desde una visión sociológica, histórica y filosófica. Se unió al equipo de la revista Tempes modernes, revista fundada por Sartre y viajó por muchos lugares del mundo para ampliar sus horizontes y su pensamiento. 

PENSAMIENTO DE JEAN PAUL SARTRE 

Sartre difundió el existencialismo con todos los medios a su alcance: obras filosóficas, ensayos, novelas, narraciones, obras teatrales, manifestaciones callejeras, etc. Mediante la acción y el compromiso dedicó toda su vida a defender sus ideas. 

EL SER EN SARTRE 

El punto de partida de esta reflexión es el análisis de la conciencia. Para él la conciencia es intencional, es conciencia de algo, se proyecta en lo presente y en lo ausente, es la que da significado al mundo. Las cosas (ser) existen en sí, y se manifiestan a la conciencia, que la convierte en objetos. Lo que existe es lo que aparece. La apariencia es la esencia misma, lo objetivo de cuanto existe. La filosofía describe la apariencia. Para describir ontológicamente la apariencia, Sartre distingue entre el ser-en-sí y el ser-para-sí. El primero es lo que es y nada más, algo incognoscible para sí mismo, sin sentido pues carece de toda relación hombre-mundo. Frente a él, el ser-para-sí es lo que no es, la nada, la conciencia, puesto que es pura relación hombre-mundo. Este surge de la aniquilación que la conciencia produce en las cosas al apropiarse de ellas. La conciencia es el ser por el que la nada viene al mundo. El ser-para-sí confiere al ser-en-sí, una finalidad, lo convierte en algo útil. Solo apropiándose de lo que está fuera, las cosas adquieren un valor. 

LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD 

El ser humano es el ser-para-sí y al estar separado del ser-en-sí. no tiene ser, esencia o naturaleza, es pura libertad, no tiene fin ni está determinado, se descubre existiendo teniendo que decidir lo que ha de ser por sí mismo, realizarse como proyecto. La libertad humana es el fundamento de todos los valores y es radical. No hay nada de fuera que pueda guiarla: el ser humano está condenado a ser libre, no puede tener otra norma que su voluntad. Cuando recurre a otro tipo de normas. el ser humano renuncia deliberadamente a tomar las riendas de su existencia para refugiarse en la trascendencia. El llamado antiteísmo sartriano proclama que no puede existir un Dios omnipotente e infinito porque anularía la libertad necesaria para entender al ser humano. Surge así la responsabilidad como modo de ser del ser humano, y a la vez la angustia ante la libertad y la carencia de normas válidas para todos y la necesidad de crearse cada uno sus propias normas. De ahí surge también el compromiso pues en mis decisiones no solo me veo afectado yo, sino que es todo el género humano porque decido desde la libertad absoluta de la especia humana. Aceptar esta libertad es autenticidad, el ser humano es un absurdo, una pasión inútil y su sentimiento más característico es la náusea. 

ANÁLISIS DE LA LIBERTAD 

El ser humano es ser-para-sí y carece de esencia “la nada se inserta en su ser”. Sin embargo, en cuanto existencia, el ser humano es posibilidad de ser. Es decir, la nada viene al mundo por medio de un ser, el ser humano, que se cuestiona su ser. La libertad pues, tiene que ver con la nada y es la esencia de la condición humana. Posee un carácter metafísico. La libertad es creativa, es lo que el ser humano no tiene pero debe alcanzar. La libertad es porvenir, nunca es actualidad. La libertad es dinámica. Como el ser humano no es definible, empieza por ser nada, solo será después y será tal como se haya hecho. La libertad en el ser humano no es para elegir su ser sino su forma de ser.
 
EL EXISTENCIALISMO ES UN HUMANISMO 

SARTRE afirma que el existencialismo es un humanismo. El ser humano es el único que existe, es la trascendencia absoluta o rebasamiento en función del cual todas las cosas son. Afirma que esta filosofía es el único humanismo posible pues le permite al ser humano realizarse plenamente como tal. El texto aparece en un momento en un momento histórico en el que faltaba identidad de individuo, al punto que el existencialismo llegó a ser una moda. Pronto hizo falta la dimensión social por lo que Sartre se fue acercando al Marxismo rejuveneciéndolo. El intento de fusión entre estas dos filosofías no llegó a concretarse.